El 40 por ciento de los pacientes trasplantados desarrollará un tumor 20 años después de someterse a esta intervención, la mitad de ellos un cáncer de piel --relacionado con la exposición solar--, pero también otros menos frecuentes en la población general, como los linfomas o los sarcomas de Kaposi, la mayoría surgidos a causa del uso de los fármacos tradicionales para la inmunosupresión.